sábado, 28 de julio de 2012

Si, se me ahuyentó por completo el sueño por las noches, normalmente pensaba pero en algún punto de la madrugada lograba conciliar el sueño, ahora es casi imposible. No saco muchas cosas de la cabeza, muchos pensamientos, ideas y tal vez hasta monstruos que ya viven ahí. Muchos dicen que no piense, pero en serio, eso es imposible, al menos para mi.

Los días se han convertido en momentos para pretender estar tranquila, normal, convivencia, redes sociales, hablar, reir y las noches para pensar, dar vueltas, llegar a los mismos puntos, tomar decisiones, arrepentirse y terminar como siempre, sin saber que hacer, sin saber que esperar, sin saber cómo reaccionar, sin saber si quedarse callada, hablar, pero si con algo certero, el querer dejar de sentirlo de esa manera.

Esa sensación que insignificancia, de que suelen ser olvidadas cosas relacionadas a mi hace aún más difícil mis pensamientos ¿alguien alguna vez espera ser olvidado? ¿espera sentirse insignificante para alguien? ¿no ser suficiente?. El sentimiento de esperar alguna demostración de cariño, de relevancia en la vida de alguien, de algún esfuerzo que indique que vales la pena... pero sin recibir nada. ¿Qué es lo que sigue después?

No querer decir lo que realmente sientes por una falsa percepción de la otra persona, falta de entendimiento, te hace quedarte sola con lo que sientes y piensas, sin poder encontrar solución.
¿Opciones? Es imposible cambiar de manera de ser, eso viene arraigado. Es imposible dejar de sentir algo por la otra persona, al menos no inmediatamente.
La tristeza la sentimos todos de diferente manera, pero lo que es imposible (al menos para mi), es el pensar demasiado, encerrarme, realmente mostrar depresión... y lo que duele, es que los demás sigan como si nada, con sus actividades rutinarias, sin hablar, sólo preguntar. Sin demostrar, sólo justificarse.

No hay comentarios:

Publicar un comentario